30 Septiembre de 2009.
Fuente: El Correo Digital
Una edificación prefabricada se levanta junto a las Urgencias del hospital Txagorritxu desde ayer. El pabellón ocupa un espacio ahora sin uso y forma parte del operativo de emergencia para afrontar la previsible avalancha de pacientes afectados por la gripe A, como adelantó EL CORREO.
Sus 200 metros cuadrados acogerán doce boxes, dos consultas (una de ellas de triaje), aseos y una sala de espera. «Nos permite casi duplicar la capacidad de Urgencias», explica el gerente del centro, Francisco Villar. Además, permitirá tener dos zonas diferenciadas: una para las emergencias habituales y otra específica para los presuntos casos de gripe A.
Las estructuras ya llegaron a Txagorritxu el lunes, y ayer se comenzaron a montar sobre las zapatas y postes metálicos instalados la pasada semana. Es un pabellón prefabricado, «no casetas de obra» asegura Villar. «Tenemos dignidad y gusto» Lo dice para tranquilizar a aquellos vitorianos que dudan de la calidad del complejo. «Es una infraestructura provisional, pero ni se distinguirá cuándo se sale de las instalaciones actuales y cuándo se entra en las nuevas», puntualiza el gerente.
El nuevo edificio -que costará 353.000 euros- estará levantado en dos semanas, y para mediados de octubre ya estará acondicionado con camas y demás equipamientos -en ellos se invertirán otros 73.000 euros-, listo para dar servicio. Pero «no se abrirá hasta que haya sobredemanda pandémica».
Más tranquilidad
Y eso no está ocurriendo, ni parece estar próximo, a no ser que la situación explote de manera fulminante. «Por ahora, el número de casos en este hospital es muy escaso», tranquiliza el máximo responsable de Txagorritxu. De hecho, sólo una persona está ingresada por haber sido atacada por el virus H1N1. «Sí ingresamos algunos casos sospechosos, pero luego no se confirman».
En definitiva, ahora estamos en el escenario más leve de los previstos en cuanto a repercusión hospitalaria. «Esto está siendo mucho más tranquilo de lo que esperábamos», admite Villar. El gerente se felicita porque ha bajado el nivel de «histeria colectiva», y eso hace afrontar la situación con más sosiego. Eso sí, «no hay que bajar la guardia».
En caso de que no se cumplan las previsiones y el azote de la nueva enfermedad sea suave, ¿cabe la posibilidad de que no sea necesario ni utilizar el nuevo pabellón que ahora se está levantando? «No, seguro que lo necesitamos; en las puntas de gripe estacional ya tenemos momentos de ‘apretura’, así que este año nos va a venir muy bien este nuevo equipamiento».
Ampliación definitiva
También está en el aire el futuro de las Urgencias. Al margen de esta actuación puntual para hacer frente a la pandemia, las instalaciones hace tiempo que se saturan con más frecuencia de la que los pacientes quisieran. ¿Cuándo llegará la ampliación definitiva? La cuestión es peliaguda, y la incertidumbre gana enteros en estos momentos. Porque, en principio, «en nuestro plan director sí se contempla la ampliación de las Urgencias», explica Villar.
Pero ahora hay una nueva variable. «Todo depende de lo que quieran hacer en Sanidad con el tercer hospital. Si al final se construye, igual no sería necesaria la ampliación aquí». En este caso, habría que modificar el plan director de Txagorritxu, donde se prevé una obra que se convertiría en innecesaria.
