Las CASETAS DE OBRA están causando furor en España desde el comienzo de la crisis como ya comentamos en el artículo EL SECTOR DE LAS CASAS PREFABRICADAS EN ESPAÑA. Sin embargo, esta forma de construir tiene un gran recorrido ya pese a ser un concepto reciente en la península.
Su origen está muy unido al de las auto caravanas y furgonetas camper, las cuales surgieron en la primera mitad del siglo XX en Norte América. Con el tiempo, las casas prefabricadas marcaron distancias tratando de parecerse más a las viviendas convencionales, pero conservando todas esas características y ventajas de una casa trasladable. Se buscaba una residencia para familias que requerían trasladarse cada poco tiempo pero anhelaban una vivienda propia y con unas dimensiones más grandes que una auto caravana.
Podemos decir que fue en la década de los 50 cuando las casas prefabricadas comenzaron a asemejarse más a lo que hoy en día conocemos como tal, surgiendo los primeros tipos con unas dimensiones más grandes hasta las conocidas por el momento, llegando a cautivar a familias numerosas que decidieron utilizarlas como vivienda principal.
En sus inicios, los materiales con los que se fabricaban eran aluminio y chapa, para después pasar al PVC y demás componentes más resistentes y con mayor eficiencia energética. Poco a poco casi no existían diferencias con las casas convencionales.
Los años 70 fueron un punto de inflexión para este sector. Nacieron nuevos modelos, aparecían en anuncios de televisión… Se dejó de utilizarlas para ser transportadas constantemente y las familias comenzaron a asentarse en ellas. Las empresas distribuidoras observaron este fenómeno y comenzaron a construir casas para dejarlas en el mismo sitio para siempre, incrustándolas en la parcela con cimientos como las edificaciones normales. A simple vista, ya no se notaban diferencias con las casas tradicionales, e incluso comenzaban a percibirlas con mejor calidad y mayores ventajas (Entre ellas el precio era la principal)
A partir de los años 70, el sector se abre a nuevos horizontes: Desde Canadá hasta Europa, incluso a países árabes. La industria de las casas prefabricadas no ha parado de crecer, y aunque en España hemos comenzado a aceptarlas recientemente, lo cierto es que países como Francia, Reino Unido y Alemania nos llevan una ventaja brutal.
Si tantos países se suman a esta nueva forma de vivir, ¿Por qué no lo probamos?