27 Octubre de 2009.
Fuente: elcorreodigital.com
El edificio rectilíneo de metal y cristal ya está levantado en Txagorritxu. Se trata de la ampliación de Urgencias y su vocación es hacer frente a la previsible avalancha de casos de gripe A que llegará en pocas semanas, aunque de momento la pandemia no se ha dejado notar con la virulencia que muchos esperaban.
En cualquier caso, según las estimaciones del subdirector de servicios generales del centro sanitario vitoriano, Jesús Gil Idoate, «pensamos que a partir del día 12 de noviembre estará preparado para funcionar».
El provisional equipamiento, levantado a base de módulos prefabricados, tiene 250 metros cuadrados y capacidad para doce boxes. Y la estructura no es lo único que está listo: también se han concluido los trabajos de instalación de la climatización y se han terminado el tendido del sistema eléctrico y de agua, así como los desagües. ¿Qué queda entonces pendiente? «Poner la cerámica del suelo, los embellecedores de los enchufes y pintar», reveló Gil a EL CORREO. Las camillas con las que se equiparán las estancias ya están en el hospital, y sólo quedará pendiente cuando seque la pintura llevar el mobiliario. Todo estará listo, según prevén en Txagorritxu, el día 12, con lo que se cumplirá la previsión de la dirección, que estimaba la puesta en servicio del equipamiento para mediados de noviembre.
Además de los doce boxes, el nuevo espacio acogerá dos consultas (una de ellas de triaje), aseos y una sala de espera, lo que no sólo permitirá duplicar la capacidad de las Urgencias, sino que hará posible disponer de dos zonas diferenciadas: una para atender los posibles casos de gripe A y otra para las emergencia habituales. El coste del edificio es de 353.000 euros y en el equipamiento se invertirán otros 73.000. Eso sí, la ampliación de Urgencias sólo se abrirá en caso de que sea necesario, y no cuando la instalación esté lista. ¿Es posible que no llegue a estrenarse? Este escenario prácticamente ni se contempla en Txagorritxu ya que en temporadas anteriores, cuando la salud de los vitorianos sólo era sacudida por la gripe estacional, la zona de emergencias ya se quedaba pequeña.
Nuevo tejado
No es ésta la única obra que afronta el principal centro sanitario alavés. Tras la granizada del 1 de julio, el vetusto techado quedó gravemente dañado y, pese a las soluciones provisionales que se adoptaron, el pasado mes un aguacero anegó la última planta del hospital. Fue entonces cuando se aceleró el proceso para cambiar todo el tejado. En estos momentos ya está instalado el montacargas por donde los nuevos materiales llegarán a lo alto, y por donde se retirarán las viejas placas de fibrocemento.
Es precisamente la presencia de este material lo que está retrasando la obra, ya que su condición cancerígena obliga a tomar precauciones y a asumir protocolos para evitar daños en la salud de los trabajadores. En cualquier caso, la cubierta debería estar instalada antes de fin de año.
